Mi generación geek

He leído hoy un post en pixelillo que me ha hecho recordar todo lo que ha pasado por mis manos desde que me entró el gusanillo de la informática...

He recordado mi primer ordenador IBM 8086, con su monitor de fósforo verde, y las tardes y tardes que pasaba haciendo mis pinitos en Gw-Basic, cuando le puse por fín una tarjeta CGA y podía dibujar gráficos... un círculo en mi ordenador... recuerdo como trabajé durante mucho, mucho tiempo un programa que lo único que hacía era dibujar el sistema solar.

El ordenador Amstrad cpc 464, que pasabas más tiempo con un destornillador, moviendo el minúsculo tornillo que acercaba la cabeza del cassette, esperando que se cargara el dichoso juego, y después de 15 minutos: ¡LOAD ERROR!... o te comprabas la única revista que existía en el mercado y te pasabas horas transcribiendo el código del juego del mes que incluían en sus páginas, y cuando lo ejecutabas (después de corregir trescientos errores que habías cometido al transcribir) era el más aburrido del mundo.

También me he acordado del juego "La abadía del crimen", que maravilla... una aventura gráfica de lujo para la época (visita el enlace para conocer una revisión del clásico), y que me dejó absolutamente de piedra cuando por el altavoz del cacharro, que hasta ahora lo más que había hecho es un bip al encenderse, durante el juego se oía una digitalización del Ave María de Haendel, o música en las esperas...

Y no hablamos de Internet... con un modem a precio de oro de 14.400 baudios, con tu flamante conexión a Infovía de Telefónica (que no servía para nada), pero que constaba una auténtica pasta.. menos mal que para eso estaba la Universidad... donde era gratis... ejem! Aún tengo diskettes de 3,5" con material grabado en aquellas sesiones...

Todo esto suena a risa hoy, con pantallas TFT enormes y una resolución de vértigo, las consolas de videojuegos actuales, o las tarjetas de sonido con muestreos de estudio de grabación y sonido multicanal, las PDAs...

He acabado mi "primer post serio" en este blog, que algunos me había pedido que ya era hora de que dijera algo que no fuera una chorrada... aunque creo que no lo he conseguido.